Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 – 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.
La Atención Temprana es un derecho que tiene la infancia en caso de que aparezca alguna alteración en su neurodesarrollo o tengan riesgo de padecerla por determinados factores de riesgo.
El neurodesarrollo se define como el proceso por el que se desarrolla el sistema nervioso, adquiriendo así sus principales funciones. Este neurodesarrollo comienza en la gestación y termina en la vida adulta, alrededor de los 20 años.
Sabemos que la plasticidad cerebral nos va a permitir desarrollar, en la medida de lo posible, los procesos que puedan encontrarse alterados. En caso de no ser así, nos permitirá buscar mecanismos compensatorios, para que su desarrollo sea lo más adaptativo posible.
No solamente pueden acudir a Atención Temprana niñas y niños que ya tengan un diagnóstico médico, sino que también es muy beneficioso cuando hay sospechas de que puede haber un trastorno del neurodesarrollo o por un retraso en la adquisición de los hitos evolutivos.
Para esto, es muy importante conocer en cada etapa de desarrollo, qué hitos les corresponde en ese momento.
En Atención temprana es necesario llevar a cabo una valoración inicial para saber en qué objetivos terapéuticos habrá que intervenir. Las intervenciones que se llevan a cabo son de manera lúdica, buscando lograr los objetivos propuestos de esta manera. Podríamos dividirla en las siguientes áreas:
- cognitiva,
- motora,
- comunicación,
- personal/social,
- adaptativa.
¿A quién va dirigida?
- Retrasos madurativos,
- Alteraciones en la comunicación y el lenguaje,
- Síndromes genéticos,
- Daño cerebral pediátrico,
- Prematuridad y bajo peso al nacer,
- Riesgo de retraso o alteraciones en el desarrollo.