El trastorno por déficit de atención con y sin hiperactividad (TDAH y TDA, respectivamente) es un trastorno del neurodesarrollo.
La sintomatología que presenta este tras trastorno se basa en 3 principales:
- Atención: les cuesta mantener la atención durante la actividad que están llevando a cabo, dejándose llevar por otros estímulos que están a su alrededor, siendo incapaces de inhibirlos.
- Impulsividad: les cuesta parar y pensar antes de llevar a cabo una conducta. Suele interrumpir a las demás personas, les cuesta esperar su turno, les cuesta terminar aquello que han empezado. Se manifiestan como acciones irreflexivas. Además, suelen necesitar una recompensa inmediata.
- Hiperactividad: tienen como un motor interno, continuamente tienen que estar en movimiento.
Estos síntomas (que no los únicos en el TDAH) suelen interferir con el funcionamiento y en el desarrollo, llegando a afectar al plano social, familiar y/o escolar).
En ocasiones puede asociarse a un bajo rendimiento escolar, puesto que esta sintomatología afecta a la hora de adquirir los contenidos académicos, ya sea porque no son capaces de prestar atención (se distraen tanto con estímulos internos como externos), porque son impulsivos a la hora de responder o de anticipar lo que se les pregunta o por la hiperactividad, que les impide poder estar quietos.